MI PATIO SE CUBRE DE BLANCO

Ha vuelto a nevar, si. Ha sido un día curioso, extraño, evidentemente gris ...

Ha vuelto a nevar, si.

Mi patio se ha ido cubriendo de blanco. Lentamente, al cabo de horas de nevar con mayor o menor intensidad.

Todos los patios se han ido cubriendo de blanco.

Imagino que, además de mi calle, todas las calles se han cubierto de nieve. Pero ha sido un día demasiado monocromo, en casi todos los sentidos. Mi calle si se ha cubierto de la blanca nieve caida parsimoniosamente a lo largo del día.

El pueblo debe haber estado precioso. el campo también. Ahora me da rabia no haber salido, poder contemplar ese manto espeso de blancura del que tan poco habituados estamos, pero no ... el día, mi día ha sido gris, y la vista únicamente apreciaba el color blanco.

Cuando se piensa detenidamente, el blanco es un color muy nuestro, el color de la cal, que con la claridad del verano, e incluso de los luminosos dias invernales, producen un reflejo casi molesto. Esa blancura se ha convertido en una gran funda que ha recubierto todo nuestro paisaje. Si, incluso ahora, extrañamente, el blanco también es un color muy nuestro. Pero esta vez me ha parecido un blanco más gris.

Es curioso. He estado prácticamente un año sin escribir. Un larguísimo año. Un año, como en el comentario de la entrada anterior, para olvidar. Ahora que lo hago otra vez, me encuentro con que ha "nevado en Peñarroya" por segunda vez desde que escribo en el blog. Pero esta vez la nieve ha caido más lentamente, más fría, más gris.

El patio de casa esta nevado, la calle también. Ha vuelto a nevar, si. Pero esta nieve ha sido más gris, menos alegre, menos celebrada.

Ha vuelto a nevar, si. Pero la nieve no ha logrado limpiar mi visión gris de los días.